Inger Nilsson, la actriz sueca que de niña interpretó el famoso personaje de Pippi Långstrump (Pippi Calzaslargas) en la famosa serie de TV, acaba de cumplir 50 años de edad, perseguida todavía por tan entrañable personaje que la hizo famosa en el mundo entero y del que no ha podido escapar en su posterior carrera artística.
A los 10 años saltaba a la fama en Suecia encarnando el personaje creado por la escritora Astrid Lindgren, y el fenómeno fue exportado años después con éxito rotundo al resto del mundo, tanto la serie como varias películas hechas a partir de ésta.
Pero desde entonces la actriz ha desarrollado una carrera irregular, centrada en el teatro, ante la dificultad de convencer a productores y directores de cine de que podía realizar otro papel que el de la rebelde Pippi, la niña más fuerte del mundo, acompañada siempre en sus locas aventuras por su caballo ‘Pequeño Tío’, su mono ‘El señor Nilson’ y sus amigos Tommy y Annika.
Huérfana de madre, su padre es un pirata rey de los congoleses. Vive en su casa llamada Villa Villekulla, acompañada únicamente de sus entrañables mascotas. Es característico su cabello rojo, peinado en dos trenzas levantadas hacia arriba propio de su espíritu de contradicción. Niña rebelde ante todo convencionalismo y muy imaginativa: suele cocinar crepes sobre el mismo suelo, caminar hacia atrás, o dormir con sus pies encima de la almohada; lleva un vestido cosido a retazos de colores llamativos, unos zapatos que le vienen bastante grandes, y calza unas medias por encima de las rodillas, de donde le viene su nombre.
"Ahora muchos ya no hacen esa asociación, y me parece perfecto. Cuando luego descubren quién soy me piden perdón, aunque a mí al contrario, me encanta que no me reconozcan".
Tras alcanzar la fama mundial a temprana edad como Pippi Calzaslargas, conocida como Pippi Mediaslargas en América Latina, Nilsson estudió luego para secretaria, decidiendo retomar posteriormente su carrera como actriz.
Durante décadas ha formado parte de diversos grupos de teatro suecos, incluidos varios de tipo experimental, además de grabar un disco en 1978 que pasó desapercibido y de interpretar un papel en una película del suizo Xavier Koller titulada ‘Gripsholm (2000)'.
La imposibilidad de labrarse una carrera estable como actriz la obligó a ejercer su profesión de secretaria, últimamente en un hospital de Estocolmo.
Desde hace tres años Nilsson ha logrado su trabajo más estable como actriz desde la época de Pippi: el papel de la médico forense Ewa en ‘El comisario y el mar’, una adaptación de los libros de la escritora sueca Mari Jungstedt del canal de TV alemán ZDF.
La grabación de nuevos episodios de la serie y una producción teatral con la que recorrerá Suecia el próximo verano le han dado un nuevo impulso, aunque modesto, a la carrera de esta admiradora de William Shakespeare, por lo que ha decidido abandonar su trabajo de secretaria, al menos temporalmente.
"Una salida es siempre una entrada a algo nuevo. Así es como he tratado de pensar en mi vida hasta ahora, y he intentado explicar a la gente que cuando dejé de interpretar a Pippi, pasé a hacer algo distinto".
Durante décadas ha formado parte de diversos grupos de teatro suecos, incluidos varios de tipo experimental, además de grabar un disco en 1978 que pasó desapercibido y de interpretar un papel en una película del suizo Xavier Koller titulada ‘Gripsholm (2000)'.
La imposibilidad de labrarse una carrera estable como actriz la obligó a ejercer su profesión de secretaria, últimamente en un hospital de Estocolmo.
Desde hace tres años Nilsson ha logrado su trabajo más estable como actriz desde la época de Pippi: el papel de la médico forense Ewa en ‘El comisario y el mar’, una adaptación de los libros de la escritora sueca Mari Jungstedt del canal de TV alemán ZDF.
La grabación de nuevos episodios de la serie y una producción teatral con la que recorrerá Suecia el próximo verano le han dado un nuevo impulso, aunque modesto, a la carrera de esta admiradora de William Shakespeare, por lo que ha decidido abandonar su trabajo de secretaria, al menos temporalmente.
"Una salida es siempre una entrada a algo nuevo. Así es como he tratado de pensar en mi vida hasta ahora, y he intentado explicar a la gente que cuando dejé de interpretar a Pippi, pasé a hacer algo distinto".
El origen de tan extraordinaria historia literaria tiene su génesis en el invierno del año 1941, cuando la hija de siete años de la escritora Astrid Lindgren se hallaba en cama enferma de los pulmones y le pidió a ésta que le contara un cuento. Lindgren comenzó entonces a inventarse una historia muy fantasiosa, que posteriormente no sólo escucharía su hija, sino también los amigos de ésta. Dos años después, Lindgren se fracturaría una pierna y decidió escribirla, cuyo manuscrito le obsequió a su hija como regalo por su décimo aniversario. Lo más curioso es que Lindgren envió también el manuscrito a la editorial Bonniers, pero a ésta no le debió parecer lo suficientemente interesante pues lo rechazó. Años más tarde, en 1945, decidió participar con su historia en el concurso literario convocado por la editorial Rabén & Sjögren, donde, ahora sí, obtuvo el primer puesto. A partir de entonces el libro alcanzaría grandes cotas de éxito llegando a ser traducido a sesenta idiomas. De ahí a la TV todo fue coser y cantar con lo que se ganó un huequecito inolvidable en la Historia y en el recuerdo.
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