jueves, 2 de septiembre de 2010

Las maravillas del agua de mar para la salud

El agua de mar tiene cualidades terapéuticas muy beneficiosas para el hombre que ya eran conocidas en la Antigua Grecia. Así, siguiendo la máxima de Eurípides: "El mar cura todos los males de los hombres", médicos y científicos de todo el mundo han recetado el uso de agua de mar a sus pacientes para diversos tipos de dolencias. Pero la auténtica revolución en el conocimiento científico de las propiedades del agua de mar hay que buscarla en las investigaciones realizadas hace más de un siglo por el biólogo francés René Quinton, quien demostró que cualquier ser vivo, ocupe la posición que ocupe en la escala animal, sigue siendo un acuario marino, donde las células que lo constituyen, nacen y viven en las condiciones acuáticas en las que se originó la célula primitiva; la forma primordial de la vida. Los estudios de este científico francés salvaron la vida de muchísimos niños y curaron diversas dolencias en los famosos Dispensarios Marinos que se instalaron en numerosas ciudades de Francia a principios del siglo pasado.
DEVUELVE EQUILIBRIO Y VITALIDAD
El término que designa la regulación del equilibrio del medio interno y en general de toda la actividad del organismo es la homeostasis, en la que intervienen todos los sistemas y aparatos del organismo: desde el sistema nervioso, sistema endocrino, aparato digestivo, aparato respiratorio, aparato cardiovascular, piel y hasta el aparato reproductor, por lo que cualquier alteración de esta provoca de inmediato una alteración de la nutrición y composición celular.
Esta regeneración es posible debido a la similitud existente entre la sangre y el agua de mar, por lo que la ingesta de agua de mar tratada consigue equilibrar el organismo, regenerando las células y devolviéndoles su vitalidad.
INVESTIGACIONES
Los últimos estudios realizados con agua de mar tratada, recogida en los lugares idóneos y esterilizada en frío, muestran que la composición aporta ochenta y cuatro elementos biodisponibles en el agua de mar natural a temperatura biológica.
A cada litro de agua de mar le corresponde una media de trescientos miligramos de derivados prebióticos del carbono, como aminoácidos, azúcares, vitaminas, etc. Los iones (presentes en fase líquida, ausentes en fase sólida) son elementos químico electrónicos naturales, transformados por el fitoplancton y zooplancton en cadenas naturales. Actúan por efecto sinérgico en una simbiosis natural con nuestro organismo cuya formulación mineral de sus líquidos es idéntica al agua de mar.
Tanto por su identidad mineral como por el aporte de elementos prebióticos, el agua de mar permite restablecer un funcionamiento celular global. La acción del TOTUM ionomineral (contiene la totalidad de la tabla periódica de los elementos) permite a cada célula recuperar de manera totalmente natural un funcionamiento óptimo.
En el año 1994, el Catedrático de Histología y Embriología de la Universidad de Viena, Pischinger, demostró que las células no están en contacto directo unas con otras y que toda la información intercelular (estímulos nerviosos, metabólicos, inmunológicos, vasculares, etc.) fluye a través del líquido extracelular. Éste llegaría a afirmar que "el agua de mar primitiva es el sistema más antiguo de comunicación entre células vivas".
Por su parte, en 1998, Roderick MacKinnon consiguió determinar la estructura espacial de un canal para el potasio. Gracias a su contribución, hoy podemos ver los iones pasando por los canales que se abren y se cierran según las señales celulares. Los canales de iones son vitales para el buen funcionamiento del sistema nervioso y de los músculos.
LAS LEYES DE RENÉ QUINTON
De acuerdo a sus leyes de Constancia Osmótica y de Constancia Marina, René Quinton sostuvo las siguientes afirmaciones:
1.La vida surgió de organismos unicelulares, los antecesores de las células humanas. Estas células necesitan un aporte constante de sales minerales que se encontraban en el agua de mar donde vivían. El agua de mar también facilitó el equilibrio ácido-alcalino, que era fundamental para el establecimiento de la homeostasis.
2.Los humanos mantienen un medio interno isotónico similar a los océanos menos salinos que existieron cuando los primeros anfibios aparecieron hace cientos de millones de años.
3.Existe una identidad física y fisiológica entre el agua de mar y el medio interno del organismo. Nuestro "Océano Interno" aporta información a nuestra expresión genética.
De estas afirmaciones podemos extraer que los océanos contienen la secuencia de la homeostasis de la vida, el código genético original que posee y el control de la evolución. La información mineral, nutricional y genética que se encuentra en el plasma marino debe "recargar" el líquido extracelular aumentando la comunicación celular.
CÓMO SE RECOGE EL AGUA DE MAR
Para elaborar el suero marino según las directrices marcadas por Quinton para que sea adecuado para el consumo humano, se extrae agua marina del Océano Atlántico a una determinada distancia de la orilla y a una profundidad de 30 metros, donde se obtiene un líquido de gran pureza.
Una vez recogida, se transporta al laboratorio, donde se conserva a una temperatura de 4 grados centígrados. Antes de ser envasada debe esterilizarse en frío para que no pierda sus propiedades terapéuticas.
Asimismo, se pasa por un microfiltro con orificios de 0,22 micras. Mediante la citada operación, que dura menos de dos días, se obtiene un agua de mar que conserva en todo momento su equilibrio molecular y su carácter de "medio viviente".
ENFERMEDADES QUE PUEDEN TRATARSE
El agua de mar tratada de esta manera sirve para abordar patologías muy variadas gracias a su extraordinaria capacidad de regenerar los mecanismos celulares y de restaurar el equilibrio hídrico del organismo.
A día de hoy se emplea contra los problemas de próstata, la psoriasis, las quemaduras, la artritis, la osteoporosis, la alopecia, la bronquitis, el asma, la gingivitis, los trastornos gastrointestinales y los desequilibrios del sistema nervioso central.
También se ha comprobado su eficacia en el tratamiento de las drogodependencias, el alcoholismo y la hemofilia. Además, sirve para reforzar el sistema inmunitario y es muy recomendable en estados de carencias nutricionales, como, por ejemplo, los derivados de la anorexia y de fatiga.
Son tan excelentes las propiedades del agua de mar, que dentro del ámbito deportivo profesional ha llevado a numerosos deportistas de élite de distintas prácticas a su consumo diario como complemento alimenticio con unos resultados magníficos tanto en competición como en entrenamiento.

Curiosidades