El heredero del trono británico, el príncipe Carlos de Inglaterra, acaba de pagar una deuda contraída hace más de 350 años por uno de sus antepasados, el rey Carlos II, con una empresa de confección de uniformes militares. El príncipe de Gales entregaba la cantidad de 453,15 libras esterlinas (567,30 euros) a la Compañía de Confeccionadores de Worcester por un encargo hecho en el año 1651 de unos uniformes militares que nunca fueron pagados. La suma ha sido entragada en una bolsa confeccionada por la Compañía Real Shakespeare y el príncipe se alegraba por no haber tenido que pagar los intereses acumulados al cabo de estos años. "Parece que los miembros de la Compañía de Confeccionadores tienen una memoria larga", afirmaba Carlos. "Y por larga entiendo casi 400 años, Sin embargo, como gesto de buena voluntad estoy dispuesto a pagar esa deuda", añadía al bromear que, "como a nadie se le escapa, me he resistido a la inmensa tentación de pagar esa deuda con todos los intereses". Por su parte, el alto comisario de la Compañía de Confeccionadores, Philip Sawyer, ha hecho entrega de una factura al príncipe Carlos tras aceptar la suma, subrayando que acababa de cerrarse "un muy largo capítulo" de la historia de la empresa.
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