jueves, 11 de octubre de 2007

El inevitable orgullo de lo español en Estados Unidos

Todo se inició después de la independencia de México de España y éste tuvo un gobierno propio, en aquellos tiempos (entre 1810 y 1821), la desorganización en todos los aspectos de la vida en México era evidente, constantes cambios de gobiernos, guerras internas, distintas corrientes políticas, pobreza extrema y explotación de la mayoría de los mexicanos, falta de dinero en el gobierno y una distribución de la población muy dispareja en el mejor de los casos, la mayor parte de los territorios del norte de México se encontraban casi deshabitados y reinaba la anarquía y la falta de identificación como nación independiente.
En algún momento del moribundo gobierno virreynal de España en México, se concedió a ciudadanos estadounidenses colonizar el territorio del estado de Texas para que estos pagaran impuestos a la corona española. Tras la total independencia de México, el nuevo gobierno mexicano continuó otorgando permisos de colonización hasta 1835 en que la cantidad de estadounidenses en los territorios del norte llegó a estar en proporción de 5 a 1 en relación a los mexicanos (en Texas esta proporción fue de 10 a 1). Ante este nuevo escenario, los estadounidenses, con otra cultura, lengua e identificación nacional, se empezaron a revelar contra el gobierno mexicano y en Texas declararon su independencia de México siempre contando con el patrocinio directo del gobierno de EE.UU., después vinieron las guerras, primero contra los colonos estadounidenses y luego contra Estados Unidos con el resultado que todos sabemos: más de la mitad del territorio mexicano ocupado por Estados Unidos. Allí empezó la triste y desgraciada historia del México independiente y la historia del español en aquellos territorios ocupados. Tan pronto como fue firmado el tratado de Guadalupe-Hidalgo en la que México reconocía la ocupación de los territorios del norte, Aztlán despertaba y con él "La Reconquista" se ponía en marcha ante la imposibilidad de pelear y ganar una guerra militarmente contra Estados Unidos, ahora más fuerte con la anexión de nuevos territorios y personas pagando impuestos.
Existe toda una leyenda de la historia de Aztlán, pero en resumen representa hoy en día al conjunto de los estados que México perdió durante las guerras contra Estados Unidos en el siglo XIX: Texas, Alta California, Nuevo México, Nevada, Utah, Colorado, Arizona y pequeñas partes de Oregon, Oklahoma y Wyoming.
Todo esto sucedió durante el siglo XIX, ahora las cosas se empiezan a repetir pero a la inversa, ahora ciudadanos mexicanos están habitando cada vez en mayor cantidad los territorios ocupados, la mayoría de ellos no tienen permisos del gobierno de Estados Unidos como los que el gobierno mexicano le otorgó a los colonos estadounidenses, pero su impacto e importancia se hace palpable en todos los niveles de la sociedad en esos estados.
Todos esos ciudadanos mexicanos, también tienen hoy en Estados Unidos, otra lengua, cultura e identificación nacional y que empieza a cambiar el escenario. Más de 20 millones de mexicanos viven en Estados Unidos según la oficina del censo y representan los siguientes porcentajes de los habitantes de esos estados:
Arizona 25.3%
California 32.4%
Colorado 17.1%
Nevada 19.7%
Nuevo México 42.1%
Texas 32%
Utah 9%
Todavía están lejos de las proporciones que los estadounidenses representaban en territorios mexicanos, pero las cifras van en aumento y a un ritmo constante. Y sin olvidar, la llegada de hispanos de otros países de la enorme América Latina.
La notable falta de asimilación del idioma y la cultura de la población mexicana en Estados Unidos es una de las principales quejas de los grupos anti-inmigrantes, de hecho por momentos es dificil creer que no se está en una ciudad mexicana cuando uno se encuentra en Los Ángeles, San Diego, El Paso o Laredo (considerando la enorme difusión del español en todos los medios).
Esta falta de asimilación ha obligado recientemente a que hasta los más conservadores políticos estadounidenses hagan campañas en español o dediquen tiempo a convivir con grupos de "hispanos" y los respeten como se merecen, no se diga los buenos niveles de español que los más altos funcionarios tienen empezando por el presidente George Bush.
Para el año 2050 el 25 por ciento de toda la población estadounidense será de origen "hispano" contra el 11 por ciento actual, estando por encima y muy lejos de cualquier otro grupo poblacional con excepción de los anglosajones que serán el 52 por ciento del total.
La importancia de los hispano-hablantes (y por ende el español) parece que lejos de disminuir, aumentará considerablemente en las próximas décadas debido básicamente a que están amarrando las manos de los políticos más conservadores del gobierno. Los hispano-hablantes les han hecho saber que ya sin su voto dificilmente podrán competir en una elección para un cargo gubernamental, la cantidad de votantes hispano-hablantes en Estados Unidos ha sobrepasado ya el punto de no regreso para el gobierno en el que pudieran haberse emitido leyes que restringieran totalmente los flujos de migrantes y minaran sus derechos humanos. Por si fuera poco, Estados Unidos necesita de los migrantes para suplir su base productiva actual que empieza a envejecer alarmantemente y que ante los niveles de crecimiento demográfico, se ve técnicamente imposible que pueda ser reemplazada con su población nativa. Al contrario de EE.UU., México cuenta con una abundante población disponible lista para revivir todo el sur de Estados Unidos cumpliendo así una doble misión: acercar cada vez más esos territorios al convivir mexicano y extender el español como lengua más usada en el sur de Estados Unidos.
¿Suena descabellado? La maquinaria ha sido encendida y dificilmente se podrá apagar. Se dice que en la política nada es casualidad y que todo tiene su significado. Durante el pasado sexenio, el entonces presidente de México, Ernesto Zedillo, dijo en Chicago que él no sólo era presidente de los 100 millones de mexicanos que viven en México, sino de también otros 23 millones que vivían en los Estados Unidos: "...afirmo orgullosamente, que la nación mexicana se extiende más allá del territorio delimitado por sus fronteras...", poco después su retórica iría más allá cuando en el congreso de Estados Unidos se promovían nuevas leyes anti-inmigrantes: "...no permitiremos que ninguna fuerza o ley extranjera afecte a ningún mexicano en cualquier parte que se encuentre...".
En conclusión, los dominios del español están próximos a acrecentarse drásticamente, más, mucho más que en la actualidad, durante el presente siglo será la lengua más hablada en Aztlán desplazando al inglés, se convertirá en un requisito para hacer negocios y política en Estados Unidos en una convivencia pacífica de los dos idiomas más influyentes y que serán primordiales para el éxito personal de sus ciudadanos de forma natural.

1 comentario:

Héctor D' Argenta dijo...

Creía que los hijos de inmigrantes mexicanos renegaban de sus orígenes y se creían más yankins que los yankis. Parece que no todo es así.


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